Gracias a la amabilidad de los amigos de la S.D. Correcaminos, tuve ocasión de participar en un tipo de ruta que no es usual en mi: la marcha sobre nieve.
Tal como se preveía, la nieve hizo su aparición ¡ y de qué forma!. Con cierta dificultad: hielo, controles de la Guardia Civil, ventisca, etc, pudimos acceder al Puerto de Cotos, en la vertiente segoviana de la sierra. Una vez allí, los más "avezados" nos pertrechamos de chubasqueros, guantes, gorros y demás parafernalia y enfilamos la larga caminata ( unas 4.30 horas aprox) en dirección a Valsaín. El paisaje era magnífico; altos pinos, esbeltos, desafiantes al viento. El camino-senda totalmente cubierto de nieve, nos obligó a ir pisando en las huellas del compañero delantero. Pronto la nieve fue envolviéndonos en su dulce..y frío..manto. El grupo se fue estirando y pronte dejé de ver a los de delante. La sensación de silencio fue todavía mayor. Asistimos al nacimiento...un breve canalillo, del río Eresma, que más abajo, convertido en poderoso torrente, llevaría el agua hasta el padre Duero.Nieve y más nieve.
En el suelo, las huellas de ciervos, gamos o corzos. Tan sólo se avistó uno, rápido entre la arboleda. Oportunas paradas de los guías en los cruces compromentidos, daban seguridad al personal. Nieve y más nieve. Poco a poco, fuimos descendiendo hasta que llegamos a las Pesquerías del Eresma, bucólico paraje en el que nuestros reyes Borbones, calmaban sus ansias pescadoras. A esta cota, la nieve fue disminuyendo su intensidad, hasta quedar reducida a una suave y fría llovizna que fue la que nos acompañó hasta el final de la ruta, en los preciosos pinares de Valsaín. La organización: perfecta. La compañía: agradable. El alojamiento: cálido y acogedor.El domingo estaba prevista una marcha por la zona de los Siete Picos. Evidentemente, el temporal impidió hacerla, por lo que se pasó a un plan alternativo: paseo por la zona de Cerdecilla y la Fonfria. Yo preferí disfrutar de las comodidades del hotel que, como pueden observarse eran magníficas.
¡¡¡¡¡¡Repetiremos!!!!!!!!
Tal como se preveía, la nieve hizo su aparición ¡ y de qué forma!. Con cierta dificultad: hielo, controles de la Guardia Civil, ventisca, etc, pudimos acceder al Puerto de Cotos, en la vertiente segoviana de la sierra. Una vez allí, los más "avezados" nos pertrechamos de chubasqueros, guantes, gorros y demás parafernalia y enfilamos la larga caminata ( unas 4.30 horas aprox) en dirección a Valsaín. El paisaje era magnífico; altos pinos, esbeltos, desafiantes al viento. El camino-senda totalmente cubierto de nieve, nos obligó a ir pisando en las huellas del compañero delantero. Pronto la nieve fue envolviéndonos en su dulce..y frío..manto. El grupo se fue estirando y pronte dejé de ver a los de delante. La sensación de silencio fue todavía mayor. Asistimos al nacimiento...un breve canalillo, del río Eresma, que más abajo, convertido en poderoso torrente, llevaría el agua hasta el padre Duero.Nieve y más nieve.
En el suelo, las huellas de ciervos, gamos o corzos. Tan sólo se avistó uno, rápido entre la arboleda. Oportunas paradas de los guías en los cruces compromentidos, daban seguridad al personal. Nieve y más nieve. Poco a poco, fuimos descendiendo hasta que llegamos a las Pesquerías del Eresma, bucólico paraje en el que nuestros reyes Borbones, calmaban sus ansias pescadoras. A esta cota, la nieve fue disminuyendo su intensidad, hasta quedar reducida a una suave y fría llovizna que fue la que nos acompañó hasta el final de la ruta, en los preciosos pinares de Valsaín. La organización: perfecta. La compañía: agradable. El alojamiento: cálido y acogedor.El domingo estaba prevista una marcha por la zona de los Siete Picos. Evidentemente, el temporal impidió hacerla, por lo que se pasó a un plan alternativo: paseo por la zona de Cerdecilla y la Fonfria. Yo preferí disfrutar de las comodidades del hotel que, como pueden observarse eran magníficas.
¡¡¡¡¡¡Repetiremos!!!!!!!!
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